¿Sería igual el mundo sin artefactos?
Hagamos una historia de tu vida pensando en responder la pregunta anterior. Imagina que no tienes whatsapp, ni Facebook, ni Instagram, ni móvil, es más, han desaparecido por completo los computadores y no podrás copiar y pegar la tarea. No hay más Netflix ni tv. Han colapsado los aviones y debes caminar para ir a cualquier lugar. Te das cuenta de que la comida no llegará y comienza una lucha por sobrevivir, un mundo que parece sacado de la ficción, pos apocalíptico.

Sin aparatos que nos permitan ver el mundo desde lo que llamo: "Óptica tecnológica", sería muy distinta nuestra realidad. Una cámara ayuda a probar o guardar momentos importantes pero ese sentimiento de gozo por el evento efímero se diluye en nuestro postergar. Tomas la foto, guardas y luego piensas que ahí estará para ser vivido de nuevo, lo cual es difícil de lograr. 

Pueden surgir de dos partes las respuestas necesarias al entorno, ya sea de las fábricas y de los inventores o de las personas que utilizan lo ya creado para darle nuevo uso. En cierta forma todo está creado, pero entendiendo como fabricante a quien transforma la materia prima y como el que lo reutiliza al que une varios o los modifica. La tecnología permite alcances muy grandes incluyendo el interior del ser humano como los estudios de neurociencia. 

¿Cómo responder ante las necesidades y la falta de recursos? La respuesta es la inteligencia distribuida, la cual es la acción que se ejerce dentro de un espacio delimitado actuando a favor de los deseos de los seres humanos involucrados, lo cual genera la inteligencia colectiva al crear o modificar cosas que tienen un uso distinto o medio distinto al inicial y que son compartidos.

El "progreso" del mundo y la repartición desigual de la riqueza han traído consecuencias que provoca que miles de personas sufran. La inteligencia colectiva es la respuesta ante el exceso de desechos y la falta de recursos creando o modificando lo creado para satisfacer las necesidades. 

No cualquier persona puede ser capaz de percibir el entorno con inteligencia distribuida ya que es necesario el conocimiento, la habilidad y la actitud para hacerlo. El ojo entrenado percibe la presa y el ojo poco especializado solo ve un pato. Para que sea posible el uso de la inteligencia, ya sea colectiva o distribuida es necesaria la llave de la educación. Mientras más preparada de forma científica esté una sociedad podrá tener mayor inteligencia distribuida.  

En conclusión, las personas se adaptan a su entorno y por instinto buscan sobrevivir lo cual da a lugar a la creatividad para resolver una necesidad pero que si se comparte y se hace del colectivo, se convierte en inteligencia colectiva porque actuó en bien de varios y no solo de uno. Nuestra vida está altamente influenciada por los artefactos que usamos y que nos dan su perspectiva. Para resolver nuestros problemas o necesidades es necesaria la inteligencia, en primera instancia la distribuida y en segunda, la inteligencia colectiva.

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